Ir al contenido principal

Más coplas del Caballero Inactual

.

Me ha felicitado el año –tarde por cierto, debe de ser cosa de la velocidad de la luz– con literarias evocaciones de sus amoríos. Lo único que me creo es eso de que vive en ‘Nunca'… Lógico: es su ciudad de siempre.


En Madrid cogí una vez
un sueño de cercanías;
y llegué hasta no sé dónde,
que era donde tú sabías.

Después de allí no hubo allá.
Y volví a Madrid de nuevo
respirando tu memoria
para no olvidar tu sueño.

Así están entre nosotros
las cosas de los andenes
por no dejarme llegar
a la ciudad que me debes

Ésa que no tuvo tiempo
ni reloj para inventarse:
un sueño de cercanías
que se empeñó en alejarse.

Y así yo, cada mañana,
compro un tique sin destino.
¿A dónde, señor…? –preguntan–.
A Nunca, que es donde vivo.


3 de enero de 2010
.

Comentarios

  1. Dale recuerdos al Caballero,que se vende muy caro. De aquí sacaba Sabina una buena canción...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. ¿Cuanto cuesta el viaje hasta Nunca? No estoy seguro que yo me lo pueda permitir. Feliz año por cierto, perplejo y feliz. Yo también acostumbro a felicitar tarde el comenzo de año.

    Un Saludo

    ResponderEliminar
  3. Veo que las fiestas navideñas enardecen tu imaginación con entradas de verdadera antologia, algunas recuperadas de antaño y otras, cómo ésta, venidas desde unos cuantos años luz desde la ciudad de "Nunca".
    Vaya también mi felicitación para el año que empieza, y el deseo de poder seguir leyendo tus entradas llenas de sabiduria de la buena.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Tato, se los daré de tu parte. En cuanto a Sabina, sin duda no necesita del caballero para sacar buenas canciones.
    Un abrazo.


    Si tienes DNI (Documento Nacional de Inactualidad), te dan gratis un bono-joven (¡tú que puedes!) que vale para diez viajes.
    Gracias, tocayo; te deseo lo mismo para este año.
    Un abrazo.


    Repito felicidades y agradecimientos, Montse, siempre tan decididamente amable con estas imaginarias.
    Un saludo afectuoso.

    P.D. Recibo tu “fe de erratas” sobre algunas tildes del comentario; no te preocupes: aquí más que escribir se habla y a veces las teclas no se portan como es debido. Te aclaro más en un correo.

    ResponderEliminar
  5. Inactual sin duda, sus poemas y coplas tan buenos en un año como en otro.

    Manda por favor mis abrazos a Ningún Sitio, a ver si le alcanzan en ningún momento.

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias, Capitán; se los enviaré en tu nombre desde cualquier parte y le llegarán en cualquier momento. Se los acercará Sir James M. Barrie, que trabajó por allí.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Antonio, qué gusto venir aquí a estar un rato con el caballero. En Nunca tal vez no haya nada de la mezquindad que nos rodea, porque él siempre parece sin contaminar, perdido en sus viajes sin destino. Tal vez un día llegue a la cuidad que su amada le debe, y llegará impecable, recto, respirando entre coplas y copas. Quién estuviera allí para saludarle;-)
    Un beso y a acostarse pronto esta noche, o los Reyes no te dejarán nada, je.

    ResponderEliminar
  8. Yo creo que abusa de las coplas (no sé de las copas). El caso es que le tratáis muy bien. Para mí que no se merece tanto.

    Haz tú lo mismo está noche; seguro que te traen dos o tres editoriales.

    Un beso y abundantes Reyes, Olga

    ResponderEliminar
  9. La Copla del Caballero Inactual, Antonio, me recuerda a esos sueños en los que estás persiguiendo a alguien, necesitas alcanzarlo... y casi lo rozas pero nunca acabas de atraparlo.

    Has de reconocer que tu caballero, aunque llega tarde, da en la diana. Es un poco brujo. Porque a veces este querer y no conseguir nos sucede también durante la vigilia.

    Precioso, Antonio. ¿Cómo será Ningún Sitio?

    Un saludo cordial... mucho más atrasado que el del Caballero.

    ResponderEliminar
  10. ¿”Ningún sitio”…? Ya sabes, Sunsi, “ou-topos”, no lugar, ninguna parte… “Utopía”. Desde Tomás Moro ha dado mucho juego, positivo y negativo. Últimamente tiene mala prensa, aunque a mi me parece que es un buen lugar para descansar de vez en cuando. Porque no hay que olvidar que el primer “Ningún Sitio” lo definió Platón... ¡Y anda que no se lo reprochan!

    Gracias, y un saludo de la misma hechura.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

La metáfora amable

El mundo está tenso, enrarecido. Casi todo lo que uno oye o lee es desagradable; y si no lo es, parece contener un inquietante presagio. A los felices veinte del pasado siglo les sucedieron los amargos treinta y los trágicos cuarenta. Latía extraño el hombre, y cuando el hombre late de ese modo, algo podrido cocina la historia. Cientos, miles de veces ha ocurrido así. Para Sísifo –siempre Sísifo–, al final del esfuerzo sólo está la derrota. Su modesto placer de coronar la cumbre es efímero y repetidamente inútil. No hay paz ni paraíso al cabo de la escalada; sólo desolación, tristeza, crueldad, destino… ¿Existe el destino? ¿Debe ocurrir siempre lo que siempre ha ocurrido? ¿Es de verdad la historia la brillante sustitución de la fatalidad natural por la libertad humana o es simplemente la metáfora amable de la ‘ordenada’ crueldad de aquélla? Las especies combaten, y se destruyen y sustituyen. ¿Y las culturas? ¿Y los pueblos del hombre?... ¿Qué de especial creímos ver en los h

La tristeza de la inocencia

Por Julia y a su hijo Julio Me han llegado noticias tristes por ese golpe tan temido de los teléfonos, repentinos y traidores como es su costumbre. Un familiar lejano, una mujer, mayor desde luego, aunque eso... ¿qué importa? …Y  he pensado en uno de sus hijos; un niño detenido por la vida, varado en una luz de infantil inteligencia que oscureció la caprichosa divagación de un cromosoma y nació bendecido de inocencia interminable. He pensado en ese niño, que ha cumplido ya los años de los hombres, aunque no sus soberbias ni vanidades... Y he pensado en la tristeza y el abandono, un abandono en su caso más cruel por la distancia inmensa de los otros. He pensado en el desconcierto de su ternura mirándose al espejo; y en el estupor de su niña memoria ante el beso sin labios de su madre. Un río de pequeños recuerdos; tal vez, algunas lágrimas; un no saber, un  sí sufrir la soledad repentina, inexplicable...Y el dolor de su alma en carne viva golpeándose desconcertada

El destino de las supernovas

. . Luz, ¡más luz! J. W. Goethe …somos polvo de estrellas C. Sagan La mayor parte de los átomos es vacío . Al cielo le ocurre algo parecido con la oscuridad. La luz es toda una excepción: un paseo puntual de diminutas y alejadas insolencias. Porque la luz es una insolencia, un atrevimiento, una osadía rodeada de sombras que, al cabo, revienta hastiada de tanta y tan constante hostilidad. Luego se esparce en la noche, como un raro prodigio, y siembra lugares y posibles miradas. Del agotamiento de la luz ante su empresa nacen rincones en la oscuridad, surgen otras diminutas y alejadas insolencias que miran al cielo y admiran su vencida hazaña. Eso dicen al menos los sabios que de aquélla saben. El hombre es la mies de una derrota, el pan de un desastre. Pero también el atleta que recoge el testigo de una rebeldía luminosa. El hombre es un héroe trágico que se obstina en la luz, como la luz se obstina en no ser su contrario. Supongo que es así porque si no, ser humano sería una indecenc